Otología
Otitis media aguda
La otitis media aguda es una inflamación del oído medio (habitualmente acompañado de infección) que aparece en forma abrupta (en pocas horas) y produce:
- Dolor de oído generalmente de un solo lado
- Sensación de oído tapado (hipoacusia)
- Fiebre (generalmente en los niños menores de 2 años)
Perforación timpánica (tímpano perforado)
Esto significa que hay una discontinuidad de la membrana timpánica. Esto conlleva generalmente a una disminución auditiva (hipoacusia) y a la imposibilidad de mojarse el oído por el riesgo a supuración. A esta patología la llamamos «otitis media crónica exudativa».
¿Qué pasa si entra agua en el oído perforado?
Generalmente el ingreso de agua corriente en el oído conlleva una supuración que pude durar desde pocos días a la otorrea permanente. Se aconseja que los pacientes con tímpanos perforados no ingresen a piscinas ni realicen ningún tipo de actividad acuática. Para el baño se aconseja colocarse moldes del conducto auditivo y pabellón auricular a medida.
Cuando los oídos se tapan por mucosidad...
La nariz y los oídos se encuentran comunicados por dentro a través de un conducto llamado trompa de Eustaquio. Es fácil comprobarlo a veces cuando soplamos por la nariz con un pañuelo podemos percibir el ruido del aire que entra al oído pasando por ese conducto. Cuando nos resfriamos, la mucosidad nasal pasa a través del conducto y se acumula en el oído medio (detrás del tímpano). Otras veces, la propia inflamación del conducto (trompa de Eustaquio) hace que quede obstruido y sentimos el «oído tapado». Los niños con adenoides grandes también sufren de este problema. Cuando esto ocurre, la audición está momentáneamente disminuida de uno o ambos oídos. Generalmente el proceso es reversible.
Tubos de ventilación transtimpánicos (diábolos)
Un diábolo es un tubo de ventilación que se coloca en el tímpano del paciente con el fin de drenar la secreción del oído medio y ventilarlo durante un tiempo variable pero generalmente alrededor de los seis meses.
Oídos que se tapan al viajar en avión
Cuando experimentamos un cambio de la presión atmosférica, los oídos en ocasiones demoran o tienen dificultad para compensar las presiones, por impermeabilidad de la trompa de Eustaquio que es un conducto que comunica la nariz con el oído medio. Este hecho ocurre más a menudo durante el descenso de los aviones.
Esta situación es normal en todas las personas, no constituye una patología. Sin embargo algunos sufren de dolor intenso o sensación de disminución auditiva (hipoacusia) durante el vuelo y los días posteriores. A esto se le denomina «aero otitis», que es un tipo de «barotrauma», es decir lesión por presiones diferenciales.
¿Qué es la otoesclerosis y como se la trata?
La otoesclerosis en una enfermedad transmitida genéticamente que genera disminución auditiva de grado variable en los pacientes que la padecen. Es más común en la mujer que en el hombre, aunque miles de hombres lo padecen también en todo el mundo. Las manifestaciones comienzan generalmente después de la adolescencia, pero hay casos de otoesclerosis pediátrica. En las mujeres es común que el problema empeore con cada embarazo, en relación con las hormonas.
Hay personas que tienen el problema muy leve y su audición es casi normal. Por otro lado, algunos tienen severos problemas auditivos. Cuando el problema es leve, con los años puede ir empeorando o quedarse sin modificar. Realmente no existe un test que mida si un paciente en particular va a empeorar o no con el paso del tiempo.
Tapón de cera (cerumen en el conducto auditivo)
El organismo genera cerumen en el conducto auditivo externo (es decir el orificio de la oreja) que sirve para eliminar restos celulares y proteger a la delgada piel que lo cubre. Hay personas que tienen la tendencia a acumular el cerumen en el interior. Las causas más comunes son:
- Utilización hisopos o bastoncillos: desaconsejamos su uso
- Fabricación excesiva de cera
- Conducto auditivo no rectilíneo
Estudios de Audición
Los estudios de audición, a cargo del Audiólogo, son diferentes de acuerdo a la edad del paciente y el tipo de problema auditivo. Para niños mayores de 5 años y adultos de todas las edades los estudios que más comúnmente se realizan de forma inicial son los siguientes:
- Audiometría tonal: evalúa los umbrales auditivos en los distintos tonos (desde graves hasta agudos) para cada oído. Se emiten los sonidos y el paciente debe responder si es capaz de oírlos, uno por uno. Se confecciona una tabla de resultados. Los mismo se miden de decibeles. No se utilizan escalas porcentuales.
- Logoaudiometría: Evalúa el entendimiento (inteligibilidad) de las palabras. Se leen listas de palabras a distintas intensidades de volumen y el paciente debe repetirlas según lo que haya comprendido
- Tímpanometría; evalúa la complianza de la membrana timpánica. Los resultados pueden determinar si existe líquido en el oído medio, presión negativa o endurecimiento de la cadena de huesecillos.
- Evaluación del reflejo estapedial: este estudio determina la presencia e intensidad necesaria para generar un reflejo muscular que se produce en el interior del oído medio.
- Acúfenometría: mide el tipo de acúfenos que presenta el paciente y su intensidad
¿Qué es el Colesteatom?
El colesteatoma es una enfermedad del oído medio. Se trata de un tumor de tejido epidérmico que crece en el interior y no puede eliminarse hacia el exterior. En términos sencillos y comprensibles hay que imaginarse que la descamación normal de la piel del oído, en lugar de drenar hacia afuera, se acumula hacia adentro. Es benigno pero de comportamiento destructivo. Se estudia su extensión mediante la realización de TAC de oídos
Daño auditivo por fuentes de sonido intensas
Cuando el oído se expone a sonidos intensos se puede producir un daño auditivo en ocasiones reversible y otras veces irreversible (hipoacusia o sordera). También es importante destacar que influye mucho el tiempo de exposición al ruido. Es decir, no es lo mismo oír música durante 1 hora que durante 8 horas.
Fístula preauricular
Se trata de una afección que aparece por delante de la oreja de uno o ambos lados. Se visualiza como un punto o un pequeño orificio. Por dentro del orificio existe un conducto muy angosto y no visible externamente que, en general, termina en un fondo de saco a algunos milímetros del origen en la piel hacia adentro. Su longitud es variable pudiendo, en ocasiones, finalizar en la glándula parótida. Si bien la fístula está presente desde el nacimiento, habitualmente se descubre luego de la primer infección en donde la zona que se encuentra por delante del pabellón auricular se pone tumefacta, dolorosa y con supuración. Esta infección generalmente resuelve sola o con antibióticos, pero se puede repetir con mayor o menor frecuencia.